Dom. Ago 3rd, 2025

La realidad se impone: sectores de la DC se ven obligados a alinearse con candidatura de Jeannette Jara

Jul 9, 2025
Foto Interferencia

La crisis terminal del reformismo moderado y la imposibilidad de sostener posiciones ambiguas frente al clamor popular por transformaciones estructurales están arrinconando al sector conservador de la Democracia Cristiana. El senador Matías Walker ha dado la señal más clara hasta ahora: la candidatura de Jeannette Jara, militante comunista y figura de coherencia política, ya no puede ser ignorada por las fuerzas del progresismo tradicional.

En una entrevista concedida esta mañana, Walker —habitualmente identificado con el ala más reacia al entendimiento con la izquierda transformadora— no descartó respaldar a Jara en una eventual segunda vuelta. Lo hizo mientras el presidente de su partido, Alberto Undurraga, se ve cada vez más aislado y sin conducción clara, atrapado entre su afán de mantener a la DC como actor “bisagra” y la realidad de una base social que ya no tolera medias tintas.

El fracaso del centrismo y el avance de la alternativa popular

La posible inclinación de la DC hacia Jara representa una derrota simbólica del proyecto de “tercera vía” promovido por Undurraga, cuyo intento de levantar una candidatura propia —ya sea con Yasna Provoste u otra figura del elenco tradicional— ha naufragado ante la falta de respaldo ciudadano y el vacío político que ha dejado el abandono de las luchas populares.

Desde el Partido Comunista, se ha sostenido con claridad que el país requiere una candidatura con programa, no solo con rostros. Jeannette Jara encarna esa posibilidad: ministra de Estado que impulsó la reducción de la jornada laboral, militante forjada en las luchas estudiantiles y sociales, y mujer obrera sin vínculos con el empresariado ni la oligarquía.

La DC frente al espejo

Lo que está ocurriendo no es otra cosa que el reordenamiento de las fuerzas políticas en torno a dos bloques: el que defiende la continuidad del modelo neoliberal heredado de la dictadura, y el que impulsa su superación mediante transformaciones estructurales.

A la DC no le quedan muchas opciones: o sigue siendo el vagón de cola del conservadurismo, o se enfrenta a su historia, a sus propias contradicciones internas y al peso de su base social, que exige respuestas concretas en salud, educación, vivienda y pensiones. Jeannette Jara representa esa respuesta.

Unidad no es moderación: es programa y lucha

La candidatura de Jara no busca la unidad por la unidad, ni la paz con los poderes fácticos. Lo que se está construyendo es una unidad popular con contenido, anclada en el movimiento sindical, en los territorios y en la juventud movilizada.

Lo que la burguesía teme —y con razón— es que se consolide una candidatura presidencial con visión estratégica y capacidad de conducción, y eso es lo que está ocurriendo. Lo demás son ruidos de fondo.

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