Este informe analiza el desempeño de la economía chilena durante el segundo trimestre de 2025 desde una perspectiva poskeynesiana. Se enfatiza el rol de la demanda interna como motor del crecimiento y se discuten los riesgos asociados al sector externo. Asimismo, se presentan recomendaciones de política económica para consolidar un modelo de crecimiento guiado por salarios (wage-led).
Por Fernando Carmona Alert / Instituto de Ciencias Alejandro Lipschutz (ICAL)
1 Introduccion
El segundo trimestre de 2025 muestra un escenario económico en que la recuperación chilena está siendo impulsada por la demanda interna, lo que confirma la vigencia de las ideas poskeynesianas. Para Michael Kalecki, uno de los grandes economistas del siglo XX, “los capitalistas ganan lo que gastan” y la inversión es la que determina los beneficios futuros (Kalecki, 1971). En este mismo sentido, Joan Robinson advertía que el pleno empleo no se logra de manera automática, sino a través de políticas que sostengan el gasto agregado (Robinson, 1962).
En este periodo, el PIB creció un 3,1% anual y 0,4% trimestral desestacionalizado. La demanda interna aumentó un 5,8%, reflejando que lo que mueve a la economía hoy es la capacidad de los hogares para consumir y de las empresas para invertir. La inversión productiva (FBCF) subió 5,6% y los inventarios aumentaron 16,2%, señal de que las empresas esperan mayores ventas. A su vez, el consumo de los hogares creció 3,1%, especialmente en servicios y bienes esenciales, mientras que el gobierno contribuyo
con un alza del gasto público de 2,6%.
La interpretación poskeynesiana es clara: el crecimiento no se explica por ajustes de oferta, sino por la decisión de gastar hoy. Nicholas Kaldor lo sintetizo así: “la producción de un país está limitada por la demanda, no por la capacidad productiva” (Kaldor, 1982).
Es cierto que existen riesgos, como el fuerte aumento de las importaciones (14,6%) que reduce el aporte externo. Sin embargo, gran parte de estas importaciones son bienes de capital y transporte, lo que puede interpretarse como un adelanto de productividad futura. El desafío es doble: asegurar que el ciclo expansivo se mantenga y evitar desequilibrios externos o financieros. Para ello, se requieren políticas económicas activas ue sostengan el empleo, los ingresos y la inversión publica.
2 Explicación y análisis
El informe de Cuentas Nacionales para el segundo trimestre del 2025, del Banco Central de Chile, muestra una diferencia entre una demanda interna muy s ́olida y un sector externo debilitado por el aumento de importaciones. El consumo de los hogares (3,1%) y del gobierno (2,6%) se comportan de manera positiva. La FBCF crece 5,6% y los inventarios 16,2%, mientras que la inversión en maquinaria y equipo alcanza un 11,4%. Este dinamismo revela confianza empresarial en la recuperación.
En cuanto a los sectores productivos, minera (+4,0%), manufactura (+3,7%) y comercio (+3,9%) fueron claves, junto a un fuerte repunte de la pesca (+17,4%). Como recordaba Kalecki, “la inversión de hoy genera los beneficios de mañana”: la expansión en maquinaria y construcción anticipa más capacidad y empleo futuro. El aumento del ingreso nacional bruto disponible (+4,3%) confirma que los términos
de intercambio están favoreciendo a Chile, permitiendo que los hogares dispongan de más recursos para consumo. Esto conecta con la idea de Ricardo Ffrench-Davis, quien ha insistido en que las economías latinoamericanas deben “crecer con equidad”(Ffrench-Davis, 2005), es decir, distribuir mejor los ingresos para fortalecer el mercado interno como motor de desarrollo.
El punto cr ́ıtico sigue siendo el sector externo: las importaciones suben tres veces m ́as que las exportaciones. Pero al tratarse en gran parte de bienes de capital, puede interpretarse como una inversi ́on en productividad futura. En otras palabras, lo que hoy resta al PIB por contabilidad, ma ̃nana puede convertirse en un empuje adicional para el crecimiento.
As ́ı, el panorama sugiere que Chile atraviesa una fase de expansión liderada por la demanda interna, pero requiere políticas activas para sostener el impulso, evitar un ajuste brusco de inventarios y transformar la inversión presente en crecimiento sostenible y con equidad.
3 Recomendaciones de política económica
Un enfoque poskeynesiano propone acciones concretas para sostener la demanda y el empleo. Para Chile, se plantean cinco recomendaciones:
- Fortalecer salarios y empleo. El consumo de los hogares depende de ingresos estables y crecientes. Políticas de reajuste salarial vinculadas a productividad, m ́as un salario mínimo que alcance al vital y que luego crezca en línea con el costo de vida, permiten sostener la demanda. Como afirmaba Joan Robinson, el pleno empleo requiere decisiones políticas, no es un resultado automático.
- Impulsar la inversión pública estratégica. La FBCF privada está creciendo, pero necesita un “ancla” pública que reduzca la volatilidad. Proyectos en infraestructura verde, transporte limpio y digitalización pueden tener un efecto multiplicador alto, además de generar empleos de calidad. Esto coincide con la visión de Kaldor sobre el rol del Estado como coordinador de la inversión.
- Apoyo a PyMEs y economía popular. Gran parte de la inversión en maquinaria proviene de grandes empresas. Para que el crecimiento sea inclusivo, se requieren líneas de financiamiento, depreciación acelerada y programas de innovación productiva orientados a pequeñas y medianas empresas, que son las que sostienen la mayoría del empleo.
- Monitoreo de inventarios. El salto de 16% en existencias muestra confianza, pero también el riesgo de un ajuste abrupto si las ventas no se concretan. Una política fiscal flexible, por ejemplo, bonos de consumo en sectores estratégicos como vivienda, salud o educación— puede amortiguar un eventual “destockeo” y sostener la producción.’.
- Aceptar el déficit externo como inversión futura. El aumento de importaciones de bienes de capital no es necesariamente un problema; es parte de la modernización productiva. La política económica debe garantizar un tipo de cambio competitivo y medidas de cobertura financiera que eviten que estas importaciones deriven en inestabilidad.
4 Conclusion
Chile tiene la oportunidad de consolidar un modelo de crecimiento wage-led, donde la mejora salarial y la inversión publica-privada sostienen la expansión. El reto no es crecer por crecer, sino hacerlo de manera estable, equitativa y sostenible, asegurando qua recuperación se traduzca en empleos de calidad y en menor vulnerabilidad a shocks externos.
References
Kalecki, M. (1971). Selected Essays on the Dynamics of the Capitalist Economy. Cam-
bridge University Press.
Robinson, J. (1962). Essays in the Theory of Economic Growth. Macmillan.
Kaldor, N. (1982). The Scourge of Monetarism. Oxford University Press.
Ffrench-Davis, R. (2005). Reforming Latin America’s Economies: After Market Funda-
mentalism. Palgrave Macmillan