La ofensiva ocurre el mismo día en que una comisión independiente de la ONU acusó formalmente a Israel de cometer un “genocidio” en Gaza, responsabilizando directamente al primer ministro Benjamín Netanyahu y a altos mandos políticos y militares. El informe sostiene que las operaciones militares buscan “destruir al pueblo palestino”, en abierta violación al derecho internacional. Israel descalificó el documento como “falso y sesgado”.
Por Equipo El Despertar
El Ejército genocida de israelí confirmó este martes el inicio de una gran ofensiva terrestre contra Ciudad de Gaza, una operación que busca tomar el control de la principal urbe del enclave palestino y que, según testigos, se desarrolla bajo un bombardeo “intenso e implacable” en una ciudad ya reducida a escombros tras casi dos años de genocidio.
El criminal de guerra y ministro de Defensa, Israel Katz, aseguró que la urbe está “en llamas” y que no se detendrán hasta lograr la misión. Voceros militares, sin entregar pruebas de sus dichos, señalaron que entre 2.000 y 3.000 combatientes de Hamás permanecen en el centro de la ciudad, donde aún viven cientos de miles de civiles atrapados bajo los ataques. Residentes describieron escenas dramáticas: personas atrapadas bajo edificios destruidos y gritos que emergen desde los escombros.
La ofensiva ocurre el mismo día en que una comisión independiente de la ONU acusó formalmente a Israel de cometer un “genocidio” en Gaza, responsabilizando directamente al primer ministro Benjamín Netanyahu y a altos mandos políticos y militares. El informe sostiene que las operaciones militares buscan “destruir al pueblo palestino”, en abierta violación al derecho internacional. Israel descalificó el documento como “falso y sesgado”.
El saldo humano es devastador: más de 64.900 palestinos han muerto en Gaza, la mayoría civiles, según cifras del Ministerio de Salud local que la ONU considera fiables. A esto se suma una crisis humanitaria que Naciones Unidas describe como “hambruna generalizada”, con un millón de personas al borde del hambre extrema, mientras Israel mantiene bloqueos a la ayuda.
Pese a las advertencias internacionales, el gobierno de Netanyahu cuenta con el respaldo incondicional de Estados Unidos, cuyo secretario de Estado, Marco Rubio, reiteró en Tel Aviv que Washington dará apoyo “inquebrantable” a Israel, aunque instó a explorar una salida diplomática mediada por Qatar. Para gran parte de la comunidad árabe y organizaciones de derechos humanos, lo que se despliega en Gaza no es una operación militar, sino la consolidación de una política de exterminio y despojo sistemático.