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El derrumbe de la “derecha unida”: pacto por omisión se quiebra a días de inscribir las parlamentarias

Ago 9, 2025
Foto Emol

La tensión escaló luego de que el Partido Republicano inscribiera nombres propios en distritos donde se había comprometido a ceder espacio a la derecha tradicional, desatando acusaciones de quiebre de confianza dentro de Renovación Nacional y la UDI. En RN, parlamentarios denuncian que la estrategia se ha convertido en un mecanismo de subordinación al proyecto presidencial de José Antonio Kast, que busca reforzar su control en el Congreso como plataforma de gobierno.

Por Equipo El Despertar

El acuerdo que durante meses fue presentado como una fórmula pragmática para maximizar escaños en el Congreso se tambalea. El pacto por omisión entre Chile Vamos y el Partido Republicano, que buscaba evitar que las derechas compitieran entre sí en distritos clave para las elecciones parlamentarias de este año, enfrenta un quiebre abierto por la irrupción unilateral de candidaturas republicanas en zonas acordadas.

La tensión escaló luego de que el Partido Republicano inscribiera nombres propios en distritos donde se había comprometido a ceder espacio a la derecha tradicional, desatando acusaciones de quiebre de confianza dentro de Renovación Nacional y la UDI. En RN, parlamentarios denuncian que la estrategia se ha convertido en un mecanismo de subordinación al proyecto presidencial de José Antonio Kast, que busca reforzar su control en el Congreso como plataforma de gobierno.

En la UDI, aunque la afinidad programática con los republicanos es mayor, también crece la inquietud por la pérdida de escaños y el desplazamiento de liderazgos históricos en manos de un socio que no está dispuesto a compartir poder real. Los republicanos, por su parte, han acusado a Chile Vamos de tibieza ideológica y de no tener el compromiso suficiente en materias como seguridad, migración y “orden público”.

El colapso del pacto revela una fractura estructural en la derecha chilena: el bloque postdictadura, que por décadas operó en base a negociaciones internas y disciplina electoral, enfrenta el avance de una fuerza ultraconservadora que privilegia la confrontación y la expansión unilateral.

La ruptura no solo amenaza con reducir el rendimiento electoral del sector en las parlamentarias, sino que instala un nuevo mapa político en el que el liderazgo de Kast ya no necesita consensos con la derecha tradicional, sino que avanza absorbiéndola. El “pacto por omisión” queda así reducido a un eslogan roto por la disputa por el control del Congreso.

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