Historia de El Despertar de los Trabajadores: La prensa obrera que abrió los ojos del pueblo chileno
Origen: un periódico contra la ignorancia y la explotación
A comienzos del siglo XX, el pueblo trabajador chileno vivía bajo una brutal dictadura del capital: jornadas extenuantes, miseria extrema, analfabetismo, represión estatal y completa marginación política. Mientras la prensa burguesa —como El Mercurio y La Nación— se dedicaba a defender los intereses de la oligarquía, Luis Emilio Recabarren, tipógrafo, autodidacta y agitador socialista, comprendió una necesidad urgente:
“Los trabajadores necesitan su propia voz. Una prensa para educar, organizar y luchar.”
Así nació, en 1909, en la ciudad puerto de Valparaíso, el periódico El Despertar de los Trabajadores, el órgano más importante del movimiento obrero chileno de su época y uno de los pilares fundacionales del pensamiento marxista en el país.
Un periódico al servicio del proletariado
Lejos de limitarse a informar, El Despertar de los Trabajadores fue un instrumento de agitación política y formación ideológica. Desde sus páginas, se denunciaban las condiciones laborales en los puertos, salitreras y fábricas, se desenmascaraban los crímenes del empresariado y se llamaba abiertamente a la organización obrera, a la huelga, al socialismo y a la revolución.
Fue también una escuela de pensamiento crítico, donde los trabajadores podían encontrar artículos sobre historia, economía, lucha de clases, internacionalismo, feminismo socialista y denuncias al clero como aliado del capital.
Recabarren lo editaba, lo imprimía, lo vendía y lo defendía con su propia vida. No era solo un redactor: era militante, educador y combatiente. Fue encarcelado por sus ideas, acusado de “blasfemia” y “subversión”, pero jamás renunció a la causa obrera.
“No escribimos para complacer. Escribimos para despertar.”
— Luis Emilio Recabarren
Educación política en cada línea
El periódico se convirtió en el instrumento central de la Federación Obrera de Chile (FOCh), y más tarde, en precursor del Partido Comunista de Chile, fundado por Recabarren en 1922 como sección de la Internacional Comunista. En sus páginas escribieron obreros, campesinos, mujeres socialistas y militantes que se formaban en medio de la lucha.
Se distribuía de mano en mano, en asambleas, sindicatos, plazas, huelgas y panaderías. Era financiado por los propios trabajadores, sin anuncios del comercio burgués ni subsidios del Estado. Su existencia era una afrenta directa al orden capitalista.
Perseguido por el poder, defendido por el pueblo
Como todo medio verdaderamente revolucionario, El Despertar de los Trabajadores fue perseguido constantemente por el Estado chileno, clausurado en varias ocasiones, con su director detenido y sus ediciones censuradas o confiscadas. Pero siempre resurgía —en otra ciudad, con otro número, con otra imprenta— porque no era un proyecto individual, sino un acto colectivo de dignidad de clase.
Legado vivo
Aunque dejó de circular físicamente en los años posteriores a la muerte de Recabarren, El Despertar de los Trabajadores sigue siendo un símbolo vivo del periodismo revolucionario. Su legado está presente en cada medio alternativo, en cada boletín sindical, en cada afiche, en cada panfleto que lucha por liberar a los trabajadores de la mentira burguesa.
Hoy, en el siglo XXI, con los mismos enemigos —el capital, el imperialismo, la ignorancia organizada—, reivindicar y continuar la labor de El Despertar de los Trabajadores no es nostalgia: es una tarea urgente.
Hoy despertamos con los mismos sueños
Volver a levantar la bandera de este periódico no es un acto simbólico:
es una declaración de guerra al silencio del poder,
una herramienta para rearmar la conciencia de clase,
y un puente entre la historia de nuestros mártires y las luchas que vendrán.
Porque mientras exista explotación, miseria y dominación de clase,
la prensa obrera seguirá siendo necesaria.