En varios municipios de España, grupos de extrema derecha han iniciado una ofensiva callejera contra inmigrantes africanos, latinoamericanos y magrebíes, bajo la consigna de “recuperar España” y “limpiar los barrios”. Según reportan numerosos medios, las agresiones han incluido ataques físicos, amenazas, quema de locales y hostigamiento público, con el aval —directo o indirecto— de alcaldes y concejales pertenecientes a VOX.
El fenómeno no es espontáneo: es organizado, sistemático y funcional a un proyecto de poder. La derecha radical, a lo largo del mundo, viene instalando la idea de que la crisis económica, la inseguridad y la pérdida de bienestar se deben a la migración, desplazando la responsabilidad que recae en el capital financiero, en las políticas de ajuste impulsadas por el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacionnal y la precarización laboral estructural.
La burguesía europea en crisis recurre a su vieja aliada: la xenofobia
Desde una perspectiva marxista, el racismo no es un “desvío” ideológico: es una herramienta política de la clase dominante. En tiempos de crisis del capital representada en una baja de la tasa de ganancia, aumemnta el desempleo, la inflación y la consigiente pérdida de legitimidad del sistema, los sectores dominantes desvían la rabia popular hacia el otro racializado, empobrecido y sin derechos políticos.
“La lucha de clases disfrazada de conflicto cultural es el veneno preferido del capital.”
(Marx, parafraseado desde La ideología alemana)
La ultraderecha no inventó el racismo: lo organizó, lo actualizó y lo convirtió en política de Estado en culquier nivel de gobierno en donde ellos se encuentren.
VOX y el fascismo del siglo XXI: orden, identidad y propiedad privada
VOX, con fuerte presencia en Cataluña y Andalucía, representa una fracción del capital español que ya no confía en la democracia liberal para defender sus privilegios. Propone:
- Mano dura contra la migración,
- Militarización de los barrios obreros,
- Supresión de derechos sociales,
- Nacionalismo étnico-cultural,
- Y restauración de la familia patriarcal católica como unidad básica.
Este proyecto, en alianza con sectores de la policía, el ejército y empresarios del agro y la construcción, utiliza la migración como chivo expiatorio para reordenar la sociedad desde el miedo.
¿Crisis migratoria o estrategia de guerra de clases?
La llamada “crisis migratoria” no es provocada por los migrantes, sino por la intervención de las potencias y el modelo económico europeo que expulsa vidas del sur global para explotarlas en el norte. España necesita migrantes para sostener:
- El trabajo agrícola estacional,
- El empleo doméstico precarizado,
- La economía informal urbana,
- Y los sistemas de pensiones que colapsarían sin cotizantes jóvenes.
Pero al mismo tiempo, construye un relato de “invasión” para justificar su racismo estructural y sus políticas represivas.
Conclusión: no es odio al inmigrante, es odio al pobre organizado
Lo que ocurre hoy en Cataluña no es un fenómeno español aislado: es parte de la restauración reaccionaria global, donde la burguesía busca aplastar toda resistencia con dos armas: el miedo y la fragmentación del pueblo.
La caza del inmigrante es el síntoma de una Europa que ya no puede sostener su hegemonía con promesas, y por eso recurre al garrote.
Como escribió Frantz Fanon:
“El racismo no es solo una cuestión de piel: es un arma económica y política del colonizador.”