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Albornoz vs. Kast: la tijera sin plan y el presupuesto como campo de batalla

Oct 3, 2025
Foto La Voz de los que Sobran

Albornoz también apoyó el emplazamiento del Presidente Boric a la aritmética de Kast: “Me parece que un líder político como el Presidente pueda cuestionar conceptualmente una situación inexplicable”. No se trata de gustos ideológicos: un recorte de US$ 6.000 millones sin transparencia es una amenaza contable con impacto real en salud, educación, cuidados, vivienda, seguridad pública. Si hay “grasa”, que la nombren con RUT y glosa; si no, estamos ante austeridad de choque.

Por Equipo El Despertar

La vocera del comando de Jeannette Jara, Laura Albornoz, subió el tono contra José Antonio Kast: lo acusó de “incapacidad conceptual” para explicar su promesa de recortar US$ 6.000 millones del gasto fiscal y lo trató de “mentiroso y cobarde”. En Radio Universo, Albornoz dijo que el republicano “ha dicho que va a recortar la grasa, ha estudiado 700 programas sociales, pero no ha señalado qué va a cortar ni cómo mantendrá el funcionamiento del Estado con ese recorte”. También lo emplazó por “no tener declarada la sociedad educacional de su familia” en su informe de intereses.

El núcleo del choque no es estilístico: es austeridad. Un recorte de esa magnitud, sin detalle programático, equivale a una tijera a ciegas sobre transferencias, inversión social y funcionamiento de servicios básicos y derechos sociales para la población . La alusión a “grasa” es el truco de siempre: despolitizar el presupuesto. En castellano corriente: dónde cae la tijera define para quién se gobierna, no se tocan los subsidios a las grandes empresas, ni a la minería.

Kast respondió con el libreto corporativo de la ultra derecha en todo el mundo, “transformación” y “eficiencia”, mientras Albornoz defendió su propia trayectoria frente a los ataques del republicano: “No soy apitutada; entré por concurso público al directorio de ENAP; es un cargo a tiempo parcial y mi vocería no se financia con recursos públicos”. Luego devolvió la comparación: “Kast trabajó para el Estado como diputado con un desempeño deplorable; es un abogado que no ejerce, vive del patrimonio familiar”. Son afirmaciones de la vocera; si el candidato tiene otra historia que contar, que la muestre con cifras y proyectos.

Albornoz también apoyó el emplazamiento del Presidente Boric a la aritmética de Kast: “Me parece que un líder político como el Presidente pueda cuestionar conceptualmente una situación inexplicable”. No se trata de gustos ideológicos: un recorte de US$ 6.000 millones sin transparencia es una amenaza contable con impacto real en salud, educación, cuidados, vivienda, seguridad pública. Si hay “grasa”, que la nombren con RUT y glosa; si no, estamos ante austeridad de choque.

Del lado propositivo, la vocera adelantó que el anexo programático de Jara se presentará el lunes 6 de octubre, con “3.000 aportes ciudadanos y 26 equipos técnicos” surgidos de la gira nacional. Sobre derechos sexuales y reproductivos, dijo que lo definirá el Parlamento y que Jara se comprometió a impulsar el debate del aborto si llega a La Moneda. Entre “gobernabilidad” y derechos financiados, la credibilidad no se proclama: se mide en presupuesto, cronogramas y prioridades.

La disputa, vista desde la izquierda, es diáfana. Un candidato promete recortar sin decir dónde; la otra campaña promete priorizar sin decir cuánto. Si se quiere elevar la conversación, la vara mínima es pública y verificable: deciles de gasto a intervenir, programas específicos, impacto social cuantificado, compensaciones cuando corresponda y reglas fiscales que no conviertan la vida en un Excel. Rosa Luxemburg lo planteó en binario: reforma o barbarie. En presupuesto, “reforma” es financiar derechos con progresividad tributaria; “barbarie” es tijera y eufemismos.

Que Albornoz se reivindique “hija del Estado”, escuela y liceo con número, universidad con crédito fiscal, beca Presidente de la República, no es un detalle biográfico: es una definición política. El Estado produce movilidad cuando invierte; la austeridad la revierte. Si Kast cree que puede recortar sin herir derechos, que ponga el listado. Si Jara promete responsabilidad social y fiscal, que enseñe el balance: cuánto se recauda arriba, dónde se gasta abajo y cuándo llega. Lo demás es ruido.

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