Galilea recordó que el quiebre no fue solo político, sino también sanitario: “fueron críticos hasta en cómo se llevó el manejo de la pandemia, cosa que Chile y el gobierno del Presidente Piñera fue felicitado en todo el mundo. El Partido Republicano hasta en eso fue crítico”.
Por Equipo El Despertar
El senador y presidente de Renovación Nacional, Rodrigo Galilea, marcó este lunes un contraste nítido entre Chile Vamos y el Partido Republicano, al recordar que en los momentos más difíciles del segundo gobierno de Sebastián Piñera, la tienda de José Antonio Kast optó por declararse oposición dura.
“En el segundo gobierno del Presidente Piñera, en el momento en que más difíciles estaban las cosas, el Partido Republicano se declaró opositor. Y fue un opositor duro, no fue simplemente así no más, y eso generó muchas más dificultades para el presidente Piñera en sacar adelante las cosas”, afirmó en conversación con Cooperativa.
Galilea recordó que el quiebre no fue solo político, sino también sanitario: “fueron críticos hasta en cómo se llevó el manejo de la pandemia, cosa que Chile y el gobierno del Presidente Piñera fue felicitado en todo el mundo. El Partido Republicano hasta en eso fue crítico”.
El senador además puso sobre la mesa la actitud republicana durante el estallido social de octubre de 2019, describiendo que cuando más respaldo requería el Ejecutivo, Kast y su sector optaron por “bajarse del barco” y endurecer la oposición. “Hubo algunos que seguimos siempre poniéndole el hombro para sacar adelante al gobierno, y hay otros que, cuando más se necesitaba, hicieron las cosas aún más difíciles”, sostuvo.
En plena campaña presidencial, sus palabras revelan la disputa soterrada en la derecha: mientras Kast gana figuras individuales, Galilea rechaza que se trate de “descuelgues” desde Chile Vamos, asegurando que los nombres que se han anunciado “nunca estuvieron en el comando de Evelyn Matthei”.
El trasfondo de esta polémica es claro: el Partido Republicano busca ampliar su influencia presentándose como alternativa hegemónica en la derecha, pero carga con el antecedente de haber debilitado incluso a un gobierno ideológicamente afín. En esa tensión se juega hoy el futuro de la derecha chilena: ¿cohesión en torno a una candidatura tradicional o la deriva hacia la ultraderecha rupturista de Kast?