Dom. Ago 3rd, 2025

Israel intensifica su terrorismo de Estado: arresta al principal médico de los hospitales de campaña en Gaza

Jul 21, 2025

Mientras tanto, los organismos multilaterales, como la ONU, emiten comunicados tan tibios como inútiles. La lógica humanitaria liberal no puede —ni quiere— enfrentar el carácter estructural del conflicto: la colonización de Palestina, sostenida por una economía de guerra y acumulación imperialista.

Por Equipo El Despertar

El Estado sionista y genocida de Israel continúa su ofensiva militar, política y mediática contra el pueblo palestino. Esta vez, lo ha hecho arrestando a un símbolo de la resistencia civil: el doctor Mohammed Al Rann, director general de los hospitales de campaña en la Franja de Gaza, quien fue secuestrado por fuerzas de ocupación israelíes este lunes.

El médico fue detenido durante una operación militar en el norte de Gaza, la misma zona que el régimen israelí había declarado —con su habitual cinismo colonial— como “segura” para los civiles.

Según medios locales, Al Rann fue trasladado a un lugar desconocido, sin derecho a comunicación, asistencia jurídica ni contacto con organismos internacionales. ¿El “delito”? Coordinar la atención médica de una población bombardeada incesantemente desde hace más de nueve meses. Su detención evidencia con crudeza el carácter totalitario y colonial del Estado israelí, para quien hasta el ejercicio de la medicina humanitaria se convierte en un “acto hostil”.

Desde una lectura marxista, este acto se inscribe en una lógica imperialista: la aniquilación de las condiciones mínimas de reproducción de la vida en Gaza y es funcional al objetivo estratégico de expulsar a la población palestina. Israel actúa como brazo armado del imperialismo estadounidense y europeo en la región. Su guerra no es sólo contra Hamas, sino contra la existencia misma del pueblo palestino como sujeto histórico, unico obstaculo para el control total de asi Occidental.

Al Rann no es un médico cualquiera. Como director de los hospitales de campaña, organizó la atención médica en medio del colapso sanitario provocado por los bombardeos. Es decir, sostuvo un esfuerzo colectivo para preservar la vida y resistir el genocidio.

Desde el punto de vista marxista, su arresto responde a la lógica de destrucción de las formas embrionarias de organización popular. En palabras de Engels, en su prólogo a La guerra campesina en Alemania, “la represión no se dirige sólo contra los levantamientos armados, sino también contra las ideas, la organización, y todo germen de conciencia de clase”.

Mientras tanto, los organismos multilaterales, como la ONU, emiten comunicados tan tibios como inútiles. La lógica humanitaria liberal no puede —ni quiere— enfrentar el carácter estructural del conflicto: la colonización de Palestina, sostenida por una economía de guerra y acumulación imperialista.

La detención del doctor Al Rann no es un hecho aislado, sino parte de una estrategia más amplia de aniquilación del pueblo palestino como sujeto político. No basta con denunciar la guerra: hay que entenderla como expresión del choque entre el capital imperialista y la resistencia de los pueblos oprimidos.

La lucha del pueblo palestino no es un conflicto étnico ni religioso: es una lucha de clases, en un contexto colonial. Y como tal, exige la solidaridad activa del proletariado internacional.

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