Sáb. Sep 13th, 2025

El que avisa, no traiciona: Arturo Squella confirma que Kast, de ganar, gobernará vía medidas administrativas, sin Congreso.

Ago 14, 2025
Foto Agencia Uno / El Mostrador

El planteamiento llega en plena disputa por la conducción de la derecha y consolida el retorno hacia una gobernabilidad de mano dura, basada en el autoritarismo, donde el Congreso aparece como un obstáculo y no como un poder del Estado con rol de control. En los hechos, se anticipa un esquema de concentración de poder en el Ejecutivo, amparado en la legalidad pero con riesgos de erosión de derechos.

Por Equipo El Despertar

El presidente del Partido Republicano, Arturo Squella, afirmó que si José Antonio Kast llega a La Moneda implementará “una serie de medidas administrativas” para poner en marcha su programa aun sin mayorías parlamentarias. La definición transparenta una estrategia de gobierno por decretos, reglamentos y facultades del Ejecutivo, al estilo Milei en Argentita, especialmente en materias de seguridad, migración y orden público.

Según Squella, no se trata de “saltar” al Congreso, sino de usar al máximo las atribuciones legales vigentes. Sin embargo, el énfasis en la vía administrativa relega la deliberación legislativa y abre la puerta a cambios de alto impacto sin debate democrático ni contrapesos efectivos, bajo el argumento de la urgencia y la eficiencia. En síntesis Fascismo puro y duro.

El planteamiento llega en plena disputa por la conducción de la derecha y consolida el retorno hacia una gobernabilidad de mano dura, basada en el autoritarismo, donde el Congreso aparece como un obstáculo y no como un poder del Estado con rol de control. En los hechos, se anticipa un esquema de concentración de poder en el Ejecutivo, amparado en la legalidad pero con riesgos de erosión de derechos.

Desde la oposición y organizaciones civiles advirtieron que “gobernar por la vía administrativa” para materias sustantivas suele traducirse en restricciones de libertades, expansión del aparato policial y menor escrutinio ciudadano. En la derecha tradicional hubo respaldo matizado: valoran el “pragmatismo”, pero temen el costo de arrinconar al Parlamento.

La declaración de Squella confirma que un eventual gobierno de Kast apostará a cambios rápidos desde el Ejecutivo, con un Congreso reducido al mínimo y un margen acotado para la negociación política. El debate ya no es solo qué medidas se impulsarán, sino cómo se ejercerá el poder y qué controles democráticos quedarán en pie.

Ante esta arremetida, la clase trabajadora, seguramente la mas golpeada en ese escenario, debe prepararse para volver a movilizarse, si quiere defender los pobres avances de estos años de democracia tutelada.

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