Mié. Nov 12th, 2025

Gaza: Estado sionista rompe el cese del fuego y golpea refugios, viviendas y mezquitas

Oct 29, 2025
Foto AP

Que se ataque refugios, viviendas y centros de culto bajo un cese del fuego no es solo una violación política; es una infracción grave del derecho internacional humanitario: escuelas y hospitales están protegidos, el castigo colectivo está prohibido y la protección de la población civil es obligatoria. Frantz Fanon lo formuló sin eufemismos: el colonialismo organiza el espacio por la violencia; la “administración” del alto el fuego con bombas sobre tiendas y escuelas revela esa lógica sin máscaras.

Por Equipo El Despertar

El Estado genocida de Israel reanudó los bombardeos sobre la Franja de Gaza pese al cese del fuego vigente, dejando al menos 100 muertos, entre ellos 22 menores, según equipos médicos locales. Los ataques se concentraron en áreas densamente pobladas y alcanzaron campos de refugiados, viviendas particulares, mezquitas y escuelas utilizadas como albergues temporales, elevando el número de heridos y desplazados.

En el campo de Nuseirat, la casa de la familia Abu Dalal fue impactada, con 10 fallecidos —tres de ellos niños—; en la misma zona, la vivienda de la familia Aql fue bombardeada con saldo de tres muertos y numerosos heridos. La ofensiva se extendió al sur de la Franja: en Al-Mawasi (Jan Yunis), el Complejo Médico Nasser reportó la muerte de al menos tres infantes. En Ciudad de Gaza, proyectiles cayeron cerca de la mezquita Al-Shamaa, en el barrio de Al-Zaytoun, provocando múltiples lesionados.

En Deir al-Balah, la situación es crítica: tres palestinos fueron asesinados y desplazados resultaron heridos tras el bombardeo de un campamento situado al este del Hospital Al-Aqsa. Un ataque posterior alcanzó una tienda de campaña que servía de albergue, generando más víctimas. En el campo de Al-Bureij, un misil destruyó la casa de la familia Abu Sharar (cinco muertos), y una escuela-refugio fue bombardeada; los heridos fueron derivados al Hospital Al-Awda.

Que se ataque refugios, viviendas y centros de culto bajo un cese del fuego no es solo una violación política; es una infracción grave del derecho internacional humanitario: escuelas y hospitales están protegidos, el castigo colectivo está prohibido y la protección de la población civil es obligatoria. Frantz Fanon lo formuló sin eufemismos: el colonialismo organiza el espacio por la violencia; la “administración” del alto el fuego con bombas sobre tiendas y escuelas revela esa lógica sin máscaras.

El patrón es ya reconocible: pausa negociada, reanudación de fuego sobre zonas civiles, desplazamiento forzado y un sistema sanitario al borde del colapso. Angela Davis recuerda que no hay paz sin derechos: un cese que no viene con fin del asedio, corredores humanitarios independientes, prensa con acceso y responsabilidad penal es un intermedio entre dos capítulos de la misma guerra.

La comunidad internacional no puede contentarse con comunicados. Se requieren medidas con dientes: embargo inmediato de armas a quien viole el DIH; monitoreo internacional de la tregua con acceso pleno; activación de las vías CIJ/CPI y jurisdicción universal; protección efectiva de hospitales, escuelas y albergues; y un plan de reconstrucción bajo control civil, no militar. Marx y Engels lo escribieron sin barniz: “El derecho no es sino la voluntad de la clase dominante erigida en ley”; si esa voluntad no cambia, la ley debe imponerse con sanciones.

Las escenas de Nuseirat, Deir al-Balah, Al-Bureij, Al-Mawasi y Al-Zaytoun muestran lo esencial: la población civil sigue siendo el objetivo material de una estrategia de desposesión. Llamarlo “daño colateral” no lo vuelve legal ni legítimo. La única salida con sentido es un alto el fuego permanente, fin del bloqueo y autodeterminación palestina efectiva. Lo demás —como ya se ve esta noche— es humo sobre escombros.

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