Sáb. Sep 13th, 2025

PARO DE CHOFERES: LA CLASE QUE MUEVE LA CIUDAD EXIGE DIGNIDAD

Ago 18, 2025
Foto Emol.com

Los concesionarios, esos verdaderos feudales modernos del transporte urbano, se embolsan millones en subsidios estatales mientras despiden, sancionan y precarizan. Las autoridades, por su parte, se limitan a “monitorear” el conflicto, cuidando que no afecte el orden ciudadano… pero no mueven un dedo para garantizar negociación colectiva efectiva, condiciones dignas ni el fin de los contratos leoninos que entregan el servicio a privados. ¿Qué clase de “Estado” permite que la columna vertebral del transporte esté en manos de empresas cuyo único interés es la rentabilidad?

Por Equipo El Despertar

Este lunes se anunció un paro parcial de conductores del transporte público en Santiago, con más de 50 recorridos suspendidos que afectan a comunas como Santiago Centro, Maipú, Las Condes, Peñalolén y Pudahuel. ¿El motivo? Condiciones laborales indignas, salarios miserables y una sobreexplotación que se ha vuelto estructural en el sistema de transporte concesionado. Mientras los pasajeros miran los recorridos afectados, lo que debe mirarse de frente es la raíz del conflicto: un modelo que privatizó el transporte público, mercantilizó la ciudad y precarizó a quienes la hacen funcionar.

Detrás del volante no hay robots, hay trabajadores asalariados sometidos a jornadas extenuantes, con presiones por productividad que ponen en riesgo sus vidas y las de los pasajeros. Manejan más de 10 horas diarias, sin baños disponibles, con sueldos variables según número de pasajeros, y con el constante acoso de empresas privadas que lucran con cada kilómetro recorrido. Esta es la verdad que los medios evitan decir: el paro no es un capricho, es un grito de hartazgo ante un modelo que exprime al trabajador como a un engranaje más.

Los concesionarios, esos verdaderos feudales modernos del transporte urbano, se embolsan millones en subsidios estatales mientras despiden, sancionan y precarizan. Las autoridades, por su parte, se limitan a “monitorear” el conflicto, cuidando que no afecte el orden ciudadano… pero no mueven un dedo para garantizar negociación colectiva efectiva, condiciones dignas ni el fin de los contratos leoninos que entregan el servicio a privados. ¿Qué clase de “Estado” permite que la columna vertebral del transporte esté en manos de empresas cuyo único interés es la rentabilidad?

Los usuarios, por supuesto, sufren las consecuencias. Pero sería un error culpar a los choferes. El verdadero responsable es el Estado burgués, que bajo gobiernos de todos los colores ha entregado el transporte público al capital privado, convirtiendo un derecho en un negocio. Que nadie se engañe: el problema no es el paro, el problema es el modelo. Porque si hay paro, es porque se ha convertido en la única forma legítima de hacerse escuchar frente a una patronal sorda y un Estado cómplice.

Desde El Despertar de los Trabajadores saludamos la lucha de los choferes en paro. Porque cuando los que mueven la ciudad se detienen, se revela quién tiene realmente el poder en las manos. Que la clase trabajadora apoye su lucha, que los sindicatos combativos la respalden, y que los usuarios vean en este conflicto no una molestia, sino una advertencia: sin organización obrera, no hay derechos, solo promesas vacías.

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