Dom. Ago 3rd, 2025

China resiste la presión de EE.UU. por su comercio con Rusia: el dólar ya no gobierna el mundo

Jul 15, 2025
Foto BBC

El Ministerio de Asuntos Exteriores de China denunció esta semana la presión y amenazas de Estados Unidos para que el gobierno de Xi Jinping rompa relaciones económicas con Rusia, en el marco de las sanciones que Occidente ha impuesto desde 2022, tras el inicio del conflicto armado en Ucrania.

El portavoz oficial del Ministerio calificó la actitud de Washington como un acto de “intimidación económica y hegemonía financiera”, recordando que las relaciones bilaterales entre China y Rusia se basan en el principio de soberanía y beneficio mutuo, y no en las directrices de una potencia extranjera.

“China tomará las medidas necesarias para proteger sus intereses legítimos. Estados Unidos no tiene autoridad moral ni legal para dictar con quién deben comerciar otros países”, declaró el vocero.

El dólar como arma de guerra económica

Desde una perspectiva marxista, este conflicto expresa el uso del sistema financiero internacional —dominando por EE.UU.— como instrumento de control imperial. La amenaza no es sólo política: es monetaria.

  • SWIFT
  • bloqueos a bancos
  • sanciones secundarias
  • restricciones de exportación
    son herramientas del imperialismo financiero para castigar a quienes se aparten del eje atlantista.

“El imperialismo no necesita hoy cañoneras: le basta con el sistema bancario.”
(Lenin, adaptado a 2025)

Estados Unidos utiliza su control sobre el dólar y las instituciones globales (FMI, Banco Mundial, OCDE) para imponer su agenda en todo el planeta, especialmente en momentos de declive estructural de su hegemonía.

China y Rusia: alianza táctica contra el unipolarismo occidental

China no es antiimperialista en términos ideológicos, pero sí disputa la hegemonía de EE.UU. en clave multipolar y soberanista. Su asociación con Rusia responde a:

  • Necesidades energéticas (gas y petróleo ruso)
  • Complementariedad industrial
  • Desdolarización parcial del comercio internacional
  • Y oposición común al cerco militar de la OTAN

El conflicto no es entre “democracia” y “autoritarismo”, como repite la prensa occidental. Es una lucha entre fracciones del capital global, con China y Rusia como polos emergentes que amenazan el orden mundial nacido de la posguerra y dominado por Washington y Bruselas.

La hipocresía imperial: sanciona a unos, tolera a otros

EE.UU. presiona a China por sus vínculos con Rusia, pero mantiene relaciones normales con monarquías medievales como Arabia Saudita, y con gobiernos violadores de derechos humanos mientras sirvan a su agenda geopolítica. No hay ética: hay intereses.

El problema de China para Washington no es su modelo político ni su política exterior, sino su capacidad de desafiar la arquitectura financiera del imperialismo.

Conclusión: lo que EE.UU. llama “presión diplomática” es guerra económica

La denuncia de China debe entenderse en el marco de una disputa estructural por el control de los flujos de capital, comercio y poder geopolítico global.

La clase trabajadora y los pueblos del Sur global no tienen por qué alinearse ciegamente con ningún bloque imperial. Pero sí deben entender que el verdadero enemigo es el imperialismo capitalista, cuyo rostro más violento sigue siendo la maquinaria financiera, militar y mediática de Estados Unidos.

“El enemigo principal está en casa.”
(Karl Liebknecht, 1915)

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