La declaración del Gobierno se suma a las voces de condena expresadas por diversos países y organismos internacionales, que han denunciado que la ocupación formal de Gaza equivaldría a una anexión de facto prohibida por el derecho internacional. Organizaciones humanitarias han advertido que la escalada militar ya ha destruido infraestructura esencial, afectando hospitales, escuelas y redes de agua potable.
Por Equipo El Despertar
El Gobierno de Chile manifestó este viernes su enérgico rechazo a la decisión anunciada por el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, de invadir y ocupar de forma permanente la ciudad de Gaza, calificando la medida como una violación flagrante del derecho internacional y de las resoluciones de Naciones Unidas sobre el conflicto palestino-israelí.
En un comunicado oficial, la Cancillería advirtió que esta acción “profundiza el sufrimiento de la población civil palestina” y constituye “un grave retroceso” para cualquier proceso de paz en la región. El Ejecutivo reiteró su llamado al cese inmediato de las hostilidades, al levantamiento del bloqueo y al ingreso sin restricciones de ayuda humanitaria para los más de dos millones de habitantes de la Franja.
La declaración del Gobierno se suma a las voces de condena expresadas por diversos países y organismos internacionales, que han denunciado que la ocupación formal de Gaza equivaldría a una anexión de facto prohibida por el derecho internacional. Organizaciones humanitarias han advertido que la escalada militar ya ha destruido infraestructura esencial, afectando hospitales, escuelas y redes de agua potable.
Desde La Moneda, se insistió en que Chile mantiene un compromiso histórico con la causa palestina y con la solución de dos Estados, lo que implica el fin de la ocupación y el reconocimiento pleno del derecho a la autodeterminación del pueblo palestino. La posición oficial del país ha sido respaldada por comunidades palestinas en Chile, una de las más numerosas fuera del mundo árabe.
La decisión de Israel de avanzar hacia un control total de Gaza marca un punto de inflexión en el conflicto, consolidando un escenario de guerra prolongada y desplazamiento masivo de la población palestina. Para Chile, y para buena parte de la comunidad internacional, este rumbo no solo imposibilita la paz, sino que instala un régimen permanente de ocupación y dominación en el enclave, con consecuencias imprevisibles para la estabilidad regional.