La noticia llega en un contexto en el que la mitad de la población ocupada en Chile gana $611 mil o menos, y donde persisten alertas sobre el deterioro del empleo formal y el aumento del trabajo precario. En contraste, los dividendos y utilidades de los grandes conglomerados se han mantenido en niveles récord, evidenciando la brecha creciente entre las ganancias del capital y los ingresos del trabajo.
Por Equipo El Despertar
El holding Quiñenco, principal brazo empresarial del grupo Luksic, informó utilidades por US$ 1.332 millones durante el primer semestre de 2025, impulsadas por el negocio minero de Antofagasta Minerals, las operaciones bancarias de Banco de Chile y la recuperación del sector industrial y de transporte marítimo.
Según el reporte financiero, el negocio minero fue el principal motor de las ganancias, beneficiado por precios internacionales del cobre aún altos, pese a la volatilidad reciente y la aplicación de aranceles de EE.UU. al mineral chileno. El Banco de Chile, también parte del conglomerado, aportó cifras históricas de utilidades, consolidando su posición como una de las instituciones financieras más rentables de América Latina.
La noticia llega en un contexto en el que la mitad de la población ocupada en Chile gana $611 mil o menos, y donde persisten alertas sobre el deterioro del empleo formal y el aumento del trabajo precario. En contraste, los dividendos y utilidades de los grandes conglomerados se han mantenido en niveles récord, evidenciando la brecha creciente entre las ganancias del capital y los ingresos del trabajo.
El grupo Luksic, controlado por una de las familias más ricas de América Latina, también vio buenos resultados en su naviera CSAV y en su participación en el sector energético. Para críticos del modelo, este desempeño confirma que, incluso en un escenario de enfriamiento económico, la concentración de riqueza permite a las grandes fortunas sortear crisis que golpean con fuerza a la mayoría de la población.
Mientras el holding celebra sus resultados, organizaciones sindicales y sociales insisten en la necesidad de una reforma tributaria efectiva que grave de manera más justa las utilidades extraordinarias y reduzca la desigualdad estructural, en un país donde el 1% más rico concentra gran parte de los activos productivos y financieros.