Sáb. Ago 2nd, 2025

Al Parecer, se hunde el barco: crisis en Chile Vamos tras caída electoral

Jul 27, 2025

Diversos parlamentarios y figuras gremiales del sector, principalmente de la UDI y RN, a espaldas de la candidata, habrían comenzado diálogos con el Partido Republicano para asegurar cupos en el Congreso a través de pactos por omisión. El nerviosismo aumentó luego del acta del encuentro programático celebrado en el Congreso, donde se encendieron alarmas sobre la baja intención de voto de Matthei y su escasa conectividad territorial, en particular frente a Kast y Jara.

Por Equipo El Despertar

A apenas tres semanas del cierre oficial de las listas parlamentarias, crece la incertidumbre en torno a la candidatura de Evelyn Matthei (UDI/RN). Según fuentes cercanas a la candidata, en el entorno de Chile Vamos hay quienes ya contemplan dejar la nave oficialista: cuestionan su capacidad de repuntar en las encuestas y no descartan incluso negociar con el partido de José Antonio Kast antes del cierre de las candidaturas.

Diversos parlamentarios y figuras gremiales del sector, principalmente de la UDI y RN, a espaldas de la candidata, habrían comenzado diálogos con el Partido Republicano para asegurar cupos en el Congreso a través de pactos por omisión. El nerviosismo aumentó luego del acta del encuentro programático celebrado en el Congreso, donde se encendieron alarmas sobre la baja intención de voto de Matthei y su escasa conectividad territorial, en particular frente a Kast y Jara.

La presión por construir una lista parlamentaria unificada entre Chile Vamos y Republicanos ha reactivado negociaciones tácitas, aunque disímiles, que mencionan circunscripciones clave y distritos con tres y cuatro diputados. Evópoli se opone frontalmente a estos pactos, acusándolos de pragmatismo sin proyecto. Esto expone una tensión entre pragmatismo electoral y perfil ideológico dentro del bloque.

La “salida a Kast” no es oportunidad política, es rendición electoral. Cuando una candidatura pierde presencia, se busca refugio en intermediarios que aseguren la continuidad del modelo, revelando su reordenamiento clásico: ante la inminente derrota presidencial, prioriza una lista parlamentaria que blinde el Congreso frente a la ascendente izquierda. La fragmentación que buscaba ampliar los nichos de mercado lectoral se revierte tácticamente apuntando a consolidar un bloque neoliberal, ignorando cómo su propio desgaste político refleja un modelo agotado donde la imagen sustituye al contenido.

La caída de Matthei no es solo un problema numérico: es el síntoma de una derecha desconectada de demandas populares y preocupada exclusivamente de su tasa de ganancia. La politización de sus equipos técnicos no logra sobreponerse a la carencia de propuestas programáticas claras y la presión empresarial ha impulsado el reagrupamiento parlamentario a pesar de supuestas contradicciones internas, revelando una lógica más de mantenimiento del poder que de renovación.

Mientras Matthei lucha por obtener respaldo electoral, su comando y base parlamentaria operan una fuga silenciosa. El pragmatismo electoral se impone al proyecto político, y la derecha evidencia que, sin liderazgo fuerte, no hay ni narrativa ni capacidad de disputa democrática.

La campaña de transformación social, impulsada por candidaturas como la de Jara, empieza a mostrar creíbles alternativas. Mientras tanto, la estrategia “barco en escape” de Chile Vamos podría dejar un legado más de continuidad que de cambio sin proyecto.

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