La jornada de protesta en Argentina no es solo una reacción coyuntural: es una expresión de la resistencia popular frente a un proyecto de restauración neoliberal radical, que busca desmantelar el Estado, mercantilizar los derechos y reprimir la organización social.
Por Equipo El Despertar
Diversos sectores sociales protagonizaron este miércoles una jornada de movilización masiva en Argentina contra los recortes del gobierno de Javier Milei, en lo que ha sido calificado como una respuesta popular a la “motosierra” neoliberal que amenaza derechos fundamentales.
Desde las 10:00 a.m., científicos del CONICET, trabajadores del Hospital Garrahan, jubilados y organizaciones de derechos humanos se tomaron las calles de Buenos Aires para exigir salarios dignos, financiamiento para la investigación, aprobación de la ley de emergencia pediátrica, y el resguardo del Banco Nacional de Datos Genéticos, amenazado por el ajuste presupuestario.
Investigadores del sistema nacional de ciencia y tecnología iniciaron un paro de 48 horas, denunciando la pérdida de más de 4.000 puestos de trabajo desde el inicio del gobierno de Milei. Un tercio corresponde al CONICET, y más de 1.250 profesionales esperan la efectivización de cargos concursados. “Estamos frente a un deterioro sistemático del sistema científico”, señalaron en una vigilia convocada en el Polo Científico Tecnológico.
En paralelo, trabajadores del Hospital Garrahan exigieron la aprobación de la ley de emergencia pediátrica, mientras jubilados protestaron por el veto presidencial al aumento del 7,2% en las pensiones. Las Abuelas de Plaza de Mayo se sumaron a la jornada, denunciando el riesgo de desmantelamiento del Banco Nacional de Datos Genéticos, clave en la búsqueda de nietos desaparecidos durante la dictadura.
La jornada de protesta en Argentina no es solo una reacción coyuntural: es una expresión de la resistencia popular frente a un proyecto de restauración neoliberal radical, que busca desmantelar el Estado, mercantilizar los derechos y reprimir la organización social.
El gobierno de Milei en Argentina, lo mismo que Kast y Kayser en nuestro país, representa una ofensiva del capital financiero y las élites empresariales, que utilizan el discurso de la “libertad” para justificar el saqueo de lo público y el empobrecimiento de las mayorías.
La represión, el ajuste y la desinversión en ciencia, salud y derechos humanos no son errores: son parte de una estrategia de reconfiguración autoritaria del Estado, que busca eliminar cualquier obstáculo a la acumulación capitalista.