El reconocimiento de Boric ocurre a pocos días de que el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) reportara que el desempleo entre personas con educación superior completa alcanzó un máximo histórico, y que la mitad de las y los ocupados en Chile gana $611 mil o menos. Para expertos laborales, esto refleja una desconexión entre el crecimiento económico y la distribución efectiva de sus beneficios.
Por Equipo El Despertar
En medio de un panorama laboral marcado por el estancamiento y la precariedad, el presidente Gabriel Boric reconoció que la generación de puestos de trabajo sigue siendo “una de las tareas pendientes” de su administración, y aseguró que el Ejecutivo reforzará las políticas para dinamizar el empleo formal.
Las declaraciones fueron hechas durante una actividad en la que el mandatario destacó algunas cifras macroeconómicas positivas, como la desaceleración de la inflación, pero admitió que esos avances no se han traducido en mejoras sustanciales para quienes siguen desempleados o atrapados en empleos informales. “Podemos tener buenas cifras macro, pero si no llegan a los hogares, no sirven de nada”, señaló.
El reconocimiento de Boric ocurre a pocos días de que el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) reportara que el desempleo entre personas con educación superior completa alcanzó un máximo histórico, y que la mitad de las y los ocupados en Chile gana $611 mil o menos. Para expertos laborales, esto refleja una desconexión entre el crecimiento económico y la distribución efectiva de sus beneficios.
Si bien el gobierno ha impulsado programas de subsidio a la contratación y capacitación laboral, sindicatos y organizaciones sociales critican que estas medidas son insuficientes frente a un mercado dominado por la subcontratación, la inestabilidad y los bajos salarios. Advierten que la recuperación del empleo no solo requiere cantidad, sino calidad laboral: estabilidad, remuneraciones dignas y protección social efectiva.
En un contexto de desaceleración global y conflictos políticos internos, el desafío de Boric no es solo mejorar indicadores, sino romper con un modelo laboral que normaliza la precariedad, para que el trabajo deje de ser un mecanismo de subsistencia mínima y se convierta en una base real de bienestar.