El gesto de Gatica ocurre además en un contexto donde la DC se encuentra bajo cuestionamiento internacional, tras la suspensión de su militancia en la Organización Demócrata Cristiana de América (ODCA) precisamente por haber decidido apoyar a una candidata comunista. Este tipo de episodios refuerza la imagen de un partido atrapado entre sus alianzas históricas con la izquierda y el coqueteo de algunos de sus dirigentes con la derecha.
Por Equipo El despertar
En plena gira por la Región de Aysén, la candidata presidencial de Chile Vamos, Amarillos y Demócratas, Evelyn Matthei, sostuvo un encuentro con Carlos Gatica, alcalde de Coyhaique y militante de la Democracia Cristiana (DC). La cita se produce en un momento delicado para la falange, que en julio decidió respaldar la candidatura de Jeannette Jara (PC), opción oficialista que ha generado divisiones internas.
A pesar de todas las renuncias y volteretas de la candidata militante del PC, Gatica se ha mostrado crítico de la decisión de su partido de apoyar a Jara y no ha ocultado su distancia con la línea adoptada por la directiva. Su reunión con Matthei refuerza esa postura, evidenciando que la DC atraviesa una fractura entre su dirección nacional y parte de sus bases y autoridades locales.
Para Matthei, el encuentro forma parte de su estrategia de relevar al “centro político” como eje de campaña. La abanderada ha buscado mostrarse como opción de gobernabilidad para votantes de la ex Concertación y de sectores descontentos con el oficialismo. En esa línea, ya suma el respaldo de partidos como Amarillos y Demócratas, que provienen de escisiones de la centroizquierda.
El gesto de Gatica ocurre además en un contexto donde la DC se encuentra bajo cuestionamiento internacional, tras la suspensión de su militancia en la Organización Demócrata Cristiana de América (ODCA) precisamente por haber decidido apoyar a una candidata comunista. Este tipo de episodios refuerza la imagen de un partido atrapado entre sus alianzas históricas con la izquierda y el coqueteo de algunos de sus dirigentes con la derecha.
Más allá del simbolismo, la reunión es un reflejo de cómo la candidatura de Matthei intenta capitalizar las fisuras del centro político para ampliar su base electoral frente a José Antonio Kast. Al mismo tiempo, deja en evidencia que la DC, lejos de resolver su crisis de identidad, sigue funcionando como un espacio en disputa, donde cada militante puede inclinarse hacia un proyecto político distinto.